Es el instrumento ideal para medir la cantidad de precipitación (lluvia) caída en un lugar específico durante un período determinado, lo que es crucial para la meteorología, la hidrología, la agricultura y la gestión de recursos hídricos.
Estos datos permiten elaborar pronósticos meteorológicos, planificar el riego de cultivos, gestionar fuentes de agua y entender el clima de una región.
top of page


bottom of page